Estos son los comentarios de texto que nos va mandando el profesor y que lo tenemos que ir haciendo y entregarlo antes de que acabe el trimestre:
Comentario 1
“[...] que después dél [Carlos I] no pueda suceder muger ninguna en el reino;
pero que no habiendo hijos, que puedan suceder hijos e hijas é de nietas siendo
nascidos é bautizados en Castilla; [...] quel Rey no pueda poner Coregidor en
ningun logar, sino que cada ciudad é villa elijan el primero dia del año tres
personas de los hidalgos é otras tres de los labradores, é questos dos que
escojeren sean alcaldes de cevil é criminal por tres años, [...] que los oficios de la
casa Real se hayan de dar á personas que sean nascidos é bautizados en Castilla,
[...], quel Rey no pueda sacar ni dar licencia para que se saque moneda ninguna
del reino, ni pasta de oro ni de plata, é que en Castilla no pueda andar ni valer
moneda ninguna de vellon sino fuere fúndida é marcada en el reino.. [...] Que cada
é cuando alguno hubiere de suceder en el reino, antes que sea rescibido por Rey,
[...] confiese que rescibe el reino con estas condiciones, [...].”
Peticiones de los comuneros en la Junta Santa de Ávila, 1521
Comentario 2
"En la era DCXXIII, en el año tercero del imperio de Mauricio, muerto Leovigildo, fue coronado rey su hijo Recaredo. Estaba dotado de un gran respeto a la religión y era muy distinto de su padre en costumbres, pues el padre era irreligioso y muy inclinado a la guerra; él era piadoso por la fe y preclaro por la paz; aquél dilataba el imperio de su nación con el empleo de las armas, éste iba a engrandecerlo más gloriosamente con el trofeo de la fe. Desde el comienzo mismo de su reinado, Recaredo se convirtió, en efecto, a la fe católica y llevó al culto de la verdadera fe a toda la nación gótica, borrando así la mancha de un error enraizado. Seguidamente reunió un sínodo de obispos de las diferentes provincias de España y de la Galia para condenar la herejía arriana. A este concilio asistió el propio religiosísimo príncipe, y con su presencia y su suscripción confirmó sus actas. Con todos los suyos abdicó en la perfidia que, hasta entonces, había aprendido el pueblo de los godos de las enseñanzas de Arrio, profesando que en Dios hay unidad de tres personas, que el Hijo ha sido engendrado consustancialmente por el Padre, que el Espíritu Santo procede conjuntamente del Padre y del Hijo, que ambos no tiene más que un espíritu y, por consiguiente, no son más que uno".
San Isidoro de Sevilla. Historias de los godos, vándalos y suevos
Comentarios
Publicar un comentario